Comenzar a leer la trilogía del Señor de los anillos no fue la mejor desición que tome este verano. El libro es fascinante pero a la vez aburrido. Y sí, son dos adjetivos que pueden darse en un mismo libro. En ningún momento genera esa incertidumbre por saber lo que va a pasar, que hace a los libros tan especiales. Simplemente los leí porque una vez que me compre el primero, y ya estaba en el baile, no me quedo otra que bailar. No me gusta dejar nada por la mitad, aunque en realidad esta vez sí que lo ameritaba.
Ojo!!! Hay personas que encajan justo con la saga. Si crees que tu vida se te esta escapando como agua entre las manos, lo recomiendo totalmente. Leerlo hace que el tiempo se detenga. Las horas no pasan y las páginas no avanzan. En algunos casos me daba la sensación que estaban pegadas, puesto que siempre me encontraba en la misma. En realidad no lo estaba, pero era exactamente igual a la anterior.
Ni hablar las películas que son aún peores. Se repite lo extenso y aburrido, pero se potencian. No aconsejo sumergirse a nadie en estas lecturas...
martes, 20 de enero de 2009
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