lunes, 28 de julio de 2008

The Human race 10k

El próximo 31 de Agosto se van a correr los 10k de Nike. Una suerte de maraton (las profesionales son de 42k, inhumanas) que me atrae tanto como un buen vaso de Fernet Branca. Vaya comparación que se me viene a la mente cuando estamos hablando de un evento ligado a la salud y al bienestar corporal. Una competencia donde el rival de uno es uno mismo. Una experiencia única.

Esto no es un fecha más en el calendario. Al menos no en el mio. Es la posibilidad de demostrar que aun soy ligero como el viento y que puedo lograr lo que me propongo. Porque evidentemente, correr durante más de una hora no es fácil para un simple mortal como yo.

Como ya estamos acostumbrados, el circuito será por las calles de Nuñez. Un lugar muy bello, sólo contaminado por una construcción humana de dudoso gusto.

Sin embargo, no todo es color de rosa. Los primeros kilómetros son amenos. Uno va mirando el paisaje, disfrutando, esquivando viejitos, contabilizando su tiempo, etc . Pero a medida que avanza la competencia todo se vuelve cuesta arriba. Uno se va quedando sin aire y sin piernas sistemáticamente y es algo que no se puede evitar. Todo comienza a ser un fastidio. El cuerpo pide parar, pero la mente esta enfocada en un sólo objetivo. Es una competencia totalmente psicológica, donde los débiles ceden.

Este no fue mi caso el año anterior. Ni lento ni perezoso, termine la competencia registrando un tiempo de 1 hora y 30 segundos. Tampoco es una cosa de locos, pero estoy orgulloso de mi marca. No obstante, este año voy a superarla. Conciente de que no va a ser fácil, espero estar una vez más a la altura de las circunstancias.

Ahí estaré entonces. Con mis shorcitos bien cortos, mis zapatillas atadas con doble nudo, mi cronometro puesto en 0. Ahí estaré entonces, con mi sed de gloria intacta como el primer día. Ahí estaré una vez más, para demostrarle al mundo de lo que soy capaz.

domingo, 6 de julio de 2008

El césped es para las vacas

Me levanté gracias a un grito de mi papá: “Va ganando 2 sets a 0 Rafa”. Que embole, pensé. Otra final entre Federer y Nadal. Más de lo mismo. Pero estaba equivocado. ¡¡¡Que partidazo señores!!! Hacia tiempo no me entusiasmaba tanto con un match entre dos jugadores que no son argentinos. Ambos se jugaban muchas cosas. Roger quería estirar su larga racha de partidos invictos en césped y conseguir su sexto Wimbledon consecutivo. Rafa buscaba por primera vez ganar un grand slam que no fuera Roland Garros.
Se sacaron chispas. El resultado es casi anecdótico (por lo menos para mi) 6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 9-7 para el español. Digo esto, porque al no haber jugadores argentinos me resultaba indiferente si ganaba uno u otro. Argentinos. Se quedaron afuera hace tanto que ya ni me acuerdo como. Parece que la época dorada de nuestro tenis termino. Y todavía la nueva camada no llega.
No sé lo que puede llegar a pasar de aca en adelante. No creo que el reinado de Federer vaya a caer este año. Pero esto da muestras que su tenis ya no es el mismo. Nadal esta más fuerte que nunca y parece imbatible sobre cualquier superficie. Y eso me desagrada. Voy a tener que volver a verlo una y otra vez meter sus dedos en el trasero para acomodarse quien sabe que cosa. Que cabala de mal gusto. Debería aprender de Roger, que siendo el mejor jugador de la historia de este deporte, se come a una gordita cari linda. Eso es ser un grande.
Volviendo un poco a los argentinos. Parece ser que el único gran objetivo de este año, es la Davis. Esa copa que tantas veces se nos escapo cuando pensábamos que era nuestra. Quizá, irónicamente, este, el peor año del tenis nacional desde que yo tengo uso de razón sea el consagratorio. Ojala que así sea. Merecido o no.
Hoy recordé cuanto me gusta ver tenis…